El escándalo en el Doral

La tentación está ahí: si vamos a hablar de política, lo fácil, lo tentador, lo que está haciendo noticia de primera plana es el escándalo del Doral, el juicio de Robaina, las declaraciones de Carlos Hernández, actual Alcalde de Hialeah, inculpándose de haber cometido el delito de usura; todas historias válidas que marcan y definen de una u otra manera a nuestra comunidad.

Pero, en medio de tanto barullo, se nos escapa reportar, analizar, darle seguimiento a lo que está pasando en el Condado. Lo más importante, a corto plazo, qué compañía va a seleccionar el Alcalde Carlos Giménez para administrar la billonaria inversión que se está a punto de hacer en el Departamento de Aguas y Alcantarillado.

Ayer, después de varios meses de litigio entre las dos firmas contendientes, la Oficina del Inspector General, aclaró la vía legal para que el Alcalde pueda tomar una decisión respecto a este contrato. El contrato, el primero de dos, le daría control administrativo del proyecto a una de estas firmas.

¿El pago? Para los estándares del condado, no mucho; un poco más de 90 millones de dólares en 15 años. ¿En juego? El control de las licitaciones que se van a hacer en este proyecto, las que pueden llegar en su primera fase a casi 2000 millones de dólares y, si todo va como lo tienen planeado los amigos del Alcalde, la suma puede llegar hasta los 12 mil millones de dólares en el mismo periodo. Quien controle la administración de este proyecto, influirá, de una manera casi determinante, en cuáles van hacer las compañías que terminarán realizando estos trabajos.

Que hace falta invertir en nuestro sistema de agua y alcantarillado, es verdad. Pero, antes de hacerlo, ustedes, el público, nuestros comisionados y nosotros, los periodistas, estamos en la obligación de examinar, de cuestionar este proyecto que nos puede llevar a pagar las tarifas de agua más altas del planeta.

Hablar de este proyecto y no hacerse las preguntas obligadas, puede tener solamente dos explicaciones: ignorancia o complicidad. ¿Por qué el Alcalde, hace solamente unas semanas, y sabiendo que ya tenía que tomar una decisión en este contrato, le pidió la renuncia al Sr Rainfrow, quien fungió como Director de ese Departamento por años? ¿Por qué el Alcalde nombra, en sustitución de Rainfrow, a Bill Johnson, quien hasta hace muy poco era Director del Puerto de Miami, una persona que no sabe absolutamente nada de Aguas y Alcantarillados? ¿Por qué el Alcalde esconde, niega, no dice, al igual que los cabilderos que están involucrados en este negocio, y los acólitos de la prensa que le hacen coro, que el Consent Decree es sólo la punta del témpano, “the icing on the cake,” y que lo que está en juego aquí son los miles de millones de dólares que vienen en los próximos años para Aguas y Alcantarillados?

Para esa inversión billonaria, repito bi-llo-na-ria que se piensa hacer en Aguas y Alcantarillados, ya se están empezando a crear las condiciones que permitirían que la gente pida, implore, exija, que les suban las tarifas de aguas a niveles records. ¿Por qué?

Porque aquí, tristemente, se gobierna desde el miedo y la manipulación, y, con la complicidad de periodistas y medios que se prestan a crear el ambiente de histeria colectiva que los lleva a ustedes a aprobar cuanta delincuencia se les ocurre a manganzones que viven del dinero de todos nosotros. Si queremos hacer nuestra función ciudadana y profesional en serio, comencemos por cuestionar este contrato, que más que cuestionable, es inaceptable. ¿Por qué?

Porque este contrato que está a punto de otorgar el Alcalde, para administrar las inversiones que hay que hacer en el Departamento de Aguas y Alcantarillado, copia un modelo administrativo que ya se ensayó hace años en el Aeropuerto Internacional de Miami y cuyos resultados fueron; sobrecargos, duplicación de funciones, corrupción, amiguismo, nepotismo y, al final, cientos de millones de dólares despilfarrados.

La evidente guerra por este contrato entre los amigos del Alcalde, el modelo que se ha escogido para administrar este contrato, la decisión del Alcalde de pedirle la renuncia a Reinfrow en estos momentos, situar es su posición a una persona totalmente incapaz, el secretismo y la falta de transparencia del Alcalde en asuntos públicos, debe de llevar a los Comisionados del Condado a pedir la cancelación de la esta licitación y comenzar de nuevo.

El Alcalde, lamentablemente, parece incapaz de defender los intereses de esta comunidad y la impresión que da es que gobierna solamente para beneficio de sus amigos y los intereses especiales que estos representan. Le corresponde a la Comisión del Condado ejercer sus responsabilidades constitucionales y parar a un Alcalde que parece empeñado en cambiar las reglas del juego en beneficio único de los cabilderos que le rodean.

Los únicos que pueden parar al Alcalde en este intento son los comisionados y una prensa atenta. En nosotros, los periodistas, lamentablemente tengo que decir que no confío tanto. De los comisionados espero mucho más. Ojalá no nos defrauden, Si al Alcalde no lo paran ahora, terminará regalándole a sus amigos cabilderos hasta la oficina desde donde ejerce sus funciones…si es que no lo ha hecho todavía