8/12/2014

    El testimonio de Ana, una niña violada en la frontera


    El traslado de estos inmigrantes indocumentados es un intento de aliviar la carga de la patrulla fronteriza de Texas.


    Ana relata su trágica historia mientras cruzaba la frontera

    Ana relata su trágica historia mientras cruzaba la frontera

    Con consignas como “Ellos no nacieron aquí” y pancartas que rezaban “detengan la inmigración ilegal”, unos 100 manifestantes bloquearon una carretera de California, cuando dos autobuses llenos de inmigrantes indocumentados eran trasladados hacia un centro de detención de la patrulla de aduanas y fronteras.

    El traslado de estos inmigrantes indocumentados es un intento de aliviar la carga de la patrulla fronteriza de Texas.

    “Solo desearía que América fuese de nuevo América, porque ya no lo es y no solo estoy aludiendo a los hispanos. De lo que se trata es que todo el mundo venga de manera legal. Que lo hagan de la forma correcta”, dice un manifestante.

    El sindicato para los agentes de patrullas fronterizas está preocupado por el traslado de inmigrantes hacia una instalación usada para retener temporalmente a contrabandistas que operan en la zona, pero no para procesar a 140 personas cada 72 horas.

    “Mi preocupación es que ellos van a estar comiendo en la misma celda en la que alguien sentado a escasos 5 pies estará usando el baño”, añaden.

    Ron Zermeno es un agente de patrulla fronteriza aquí y también es un funcionario del sindicato, que sostiene que procesar a inmigrantes en vez de proteger las fronteras sólo está empeorando la situación.

    “Los carteles están diciendo estas cosas y están aprovechándose de la gente que esta cruzando la frontera. Los contrabandistas les están dando instrucciones, diciéndole: vayan hacia ese agente de frontera y entréguense. Tan pronto como ellos ven al agente de frontera distraído con un grupos de 20 o 30 personas, los contrabandistas se aprovechan para introducir drogas ilícitas mientras corren alrededor de nosotros”, afirmó Zermeno.

    “Si estos niños fuesen de Canadá nosotros no estaríamos teniendo esta conversación”,añadió

    Pero Enrique Morones argumenta que es un asunto humanitario en tanto que estas familias, algunas con niños menores, huyen de la violencia de sus países de orígen.

    “Los padres ya están cansados. Están diciendo “si no envío a mis hijos al Norte van a morir”. Estan enviando a sus hijos al Norte. Démosle la bienvenida en California. Mostremos al mundo que nosotros realmente sabemos cómo tratar a nuestros niños”.

    Hoy nos acompaña Ana, una niña que fue violada en la frontera.

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